Las habilidades son los poderes legendarios que definen a los héroes: los golpes demoledores, las oleadas de fuego y las terroríficas invocaciones que recorren el campo de batalla, dispersando los grupos de demonios menores y retorciendo de dolor a los lugartenientes más letales del infierno.
Cada clase tiene habilidades únicas, especializadas para complementar los talentos particulares de su clase. Por ejemplo, el bárbaro puede utilizar la habilidad Torbellino para girar trazando un arco y atacar a todos los enemigos adyacentes a la vez: perfecto para desafiar a un grupo entero de monstruos y reducirlos a una pasta sanguinolenta.
Algunas habilidades son de naturaleza defensiva; otras se centran en la utilidad. Sin embargo, la abrumadora mayoría de tus habilidades son de ataque, adecuadas para matar a distintos tipos o cantidades de enemigos rápidamente.
La mayoría de las habilidades se alimentan del recurso de tu clase, una reserva limitada de fuerza, como tu vida, que se gasta al usar tus ataques y habilidades más potentes. Puedes controlar ese recurso, y por extensión saber cuánto poder te queda para usar tus habilidades, echando un vistazo a la esfera de color al otro lado de tu salud en tu pantalla.
Todas las clases tienen un recurso propio. Puedes saber más sobre ellos en las páginas de clase.
Para aprovechar al máximo tus habilidades, debes colocarlas en tu barra de acción. En el PC abre tu menú de habilidades (la tecla "S", por defecto), en consolas abre el menú de personaje (Xbox 360 y Xbox One: BACK; PlayStation®3 y PlayStation®4: SELECT) y entra en el panel de habilidades. Dependiendo de la plataforma, tus habilidades se asignarán automáticamente a una tecla numérica del teclado, o a un botón del ratón o del controlador.
Puedes usar cualquier habilidad de tu barra de acción haciendo clic sobre el icono, o pulsando la tecla numérica o botón correspondiente. Para usar una habilidad de ataque contra un monstruo, solo tienes que asegurarte de destacarlo y luego pulsar la tecla o el botón correspondiente a la habilidad que quieras usar.
Si tienes éxito, el enemigo al que has atacado debería disolverse en un caos de carne humeante y sangre quemada. Bien hecho.
Si usas una habilidad ofensiva varias veces sobre tus enemigos, te darás cuenta de que no siempre inflige la misma cantidad de daño. Cada vez que usas una habilidad ofensiva, esta saca un número del rango de daño de tu arma equipada, que después se modifica con el multiplicador de daño de tu habilidad. Por ejemplo, si el rango de daño de tu arma es 1-10 y usas una habilidad que inflige el 200% del daño de arma, infligirás entre 2 y 20 p. de daño.
El valor ataques por segundo de un arma muestra lo rápido que puede atacar. La mayoría de habilidades se resuelven antes si usas armas rápidas, como las dagas. Las armas lentas, como las hachas de dos manos, suelen tener rangos de daño más altos.
El valor daño por segundo de un arma representa su potencial total, teniendo en cuenta el daño y la velocidad. ¡Experimenta con distintas combinaciones de armas y habilidades para descubrir tu estilo de combate preferido!
Una habilidad de daño activa siempre inflige un solo tipo de daño, pero muchas variantes de runas pueden cambiar completamente el tipo de daño. Cuando seleccionas una habilidad puedes ver qué tipo de daño inflige. Tenlo en cuenta cuando te encuentres con objetos que aumentan la efectividad de un elemento concreto. Sea cual sea el elemento de tu arma equipada, las habilidades que elijas determinarán los tipos de daño que liberarás sobre los siervos de los Infiernos Abrasadores.
Al matar monstruos y completar búsquedas, conseguirás experiencia, una representación numérica de tu aumento de poder. Alcanzar un nuevo límite de experiencia (por ejemplo, pasar del nivel uno al nivel dos) se denomina "subir de nivel". A menudo, al subir de nivel, se desbloquea al menos una nueva habilidad – verás la nueva habilidad desbloqueada en la pantalla, y también podrás verla en tu panel de habilidades.
También desbloquearás espacio para habilidades adicionales en la barra de acción (en los niveles 2, 4, 9, 14 y 19, hasta un máximo de 6 habilidades activas) así que también crecerás en versatilidad además de en poder.
Recibirás bonus de experiencia al matar múltiples monstruos y objetos de forma constante o al mismo tiempo:
Al alcanzar el "límite de nivel" de Diablo III dejarás de subir niveles normales, y la experiencia que obtengas desde ese momento no desbloqueará más habilidades o runas. Pero todavía puedes mejorar.
Los niveles de leyenda, en los que comienzas a ganar experiencia tras llegar al nivel máximo, son similares a los niveles normales en varios aspectos. A medida que consigas nuevos niveles de leyenda, irás aumentando tu poder, y los bonus de experiencia (como los que proporcionan los afijos de objetos y los santuarios) se aplicarán a tu ritmo de obtención de puntos de experiencia de leyenda.
Sin embargo, hay una gran diferencia: no existe un límite de número de niveles de leyenda que puedes alcanzar, y cada uno de ellos proporcionará un punto que puedes asignar a una de las diferentes habilidades, tales como incrementar tus poderes de ataque o defensa, velocidad de movimiento, el tamaño de la reserva de recursos, etc. Estas bonificaciones son innatas, por lo que no están ligadas a ninguna pieza de equipo que lleves. Tu nivel de leyenda actual viene determinado por el total de todos tus personajes de Diablo III en un modo (normal o incondicional), de tal manera que incluso los nuevos personajes creados podrán utilizar puntos de experiencia de leyenda.
Por último, desbloquearás sorprendentes añadidos a tu retrato de personaje a medida que vayas incrementando tu nivel de leyenda. Tu retrato actualizado estará visible en todo momento y, en las partidas cooperativas, actuará como prueba de vuestro progreso.
A medida que vayas alcanzando los niveles 10, 20 y 30 (y 70 con Reaper of Souls), desbloquearás una casilla de habilidades pasivas. Las habilidades pasivas no aparecen en la barra de acción y no se utilizan haciendo clic sobre ellas o pulsando botones; en vez de eso, otorgan bonificaciones que te mejoran en todo momento. Por ejemplo, pueden hacer que seas más difícil de alcanzar, o que tus hechizos defensivos duren más tiempo.
Tu repertorio de habilidades para matar monstruos aumentará con rapidez, y pronto te encontrarás con más opciones de las que puede contener tu barra de acción.
Puedes cambiar las habilidades a tu disposición desde el menú de habilidades: solo tienes que escoger las habilidades que deseas utilizar. Si deseas asignar tus habilidades en una configuración no estándar (por ejemplo, escoger cuatro habilidades defensivas), primero debes abrir el menú del juego, escoger "Opciones", luego "Juego", y marcar la casilla "Modo optativo". Si bien puedes ajustar inmediatamente tus habilidades pasivas fuera del combate, si intentas ajustar tus habilidades pasivas mientras recorres la naturaleza o te arrastras por una húmeda mazmorra, dejarán de estar disponibles durante un breve periodo de recarga (periodo de reutilización).
Las runas de habilidad son una forma de personalizar tus habilidades más allá de sus poderes básicos. A partir del nivel 6, empezarás a desbloquear runas para tus habilidades que te permitirán modificar drásticamente sus funciones. Por ejemplo, podrías aumentar el alcance o la duración de una habilidad en particular, o modificarla para que haga volar a los enemigos cuando antes solo les hacía daño. Puede hacerse que una habilidad, con la que antes debías apuntar cuidadosamente hacia un grupo de enemigos, ahora acierte de forma automática.
Puedes acceder a tus runas de habilidad en el menú de habilidades; tras seleccionar la habilidad que quieras usar, verás una lista de las runas justo debajo – solo tienes que elegir la runa desbloqueada que quieras aplicar. Solo puedes aplicarle una runa a cada habilidad.
Para experimentar con la lista completa de las habilidades y runas de Diablo III, utiliza la calculadora de habilidades.
A lo largo de tu travesía por Diablo III, a veces los monstruos derrotados pueden dejar caer esferas de poder —infusiones doradas de energía— que puedes recoger con tu héroe pasando cerca de ellas.
Al recoger una esfera de poder se activa una explosión de energía que inflige a los enemigos cercanos un porcentaje de tu daño, además de otorgaros a ti y a tus aliados cercanos el beneficio de Gloria nephalem. Gloria nephalem dura 60 segundos, tras los cuales se activará además una segunda y dañina explosión de energía.
Si recoges esferas de poder adicionales mientras Gloria nephalem está activa, se aumentará hasta tres veces el poder de esta explosión de energía; asimismo, se reiniciará la duración del beneficio a 60 segundos. Si recoges esferas de salud se prolongará 5 segundos la duración de Gloria nephalem, y cada cinco esferas de salud se aumentará asimismo en 1 p. el poder del efecto (una vez más, hasta un máximo de tres incrementos).
Mientras haces todos los esfuerzos posibles para destruir y desmembrar a tus enemigos, ellos harán lo mismo contigo. Si un monstruo te alcanza, tu vida (representada en la esfera roja de la parte inferior izquierda de la pantalla) se reducirá.
Tu atributo de vitalidad (en conjunción con cualquier habilidad pasiva y equipo potenciador de la vitalidad que lleves) dicta cuánta vida tienes. Puedes recuperar vida rápidamente haciéndote con esferas de salud que sueltan los monstruos derrotados.
Solo tienes que acercarte a la esfera y tanto tú como tus aliados cercanos recuperaréis una pequeña parte de vuestra vida. Los enemigos más peligrosos soltarán esferas de salud más grandes y potentes. Hay otras formas de curación – algunos objetos y habilidades incrementan la regeneración, y ciertos personajes y aliados tienen la habilidad de restaurarte toda la vida tanto dentro como fuera del combate, pero las esferas de salud son de lejos la más común.
Cuando tu vida se reduzca peligrosamente, verás un halo rojo alrededor de la pantalla: es una señal de que necesitas huir de la batalla, curarte, o ambas cosas. Cuando la esfera roja esté vacía, morirás.
La probabilidad de que aparezca una esfera de salud (y exactamente cuándo aparecerá durante una batalla) está ligada al tipo de monstruo al que te enfrentas. Los triángulos de las barras de salud de los monstruos indican los puntos donde podrían soltar una esfera, así que ten los ojos bien abiertos para prever cuándo es posible que recibas una dosis salvadora de salud.
La muerte no es el fin en Diablo III, pero tampoco es algo que deba tomarse a la ligera. Al morir, tienes la opción de reaparecer en el lugar en el que has muerto (salvo que hayas combatido contra un jefe), en el último punto de control o en la ciudad. Los puntos de control son lugares invisibles en el mapa que registran tu progreso durante la partida.
Volverás a la vida con la salud completa, pero los consumibles que hayas utilizado habrán desaparecido permanentemente, y tus objetos equipados sufrirán pequeños daños (10%) a su durabilidad. Reparar el daño a la durabilidad de tus objetos costará varias monedas de oro. Puedes encontrar más información sobre la durabilidad de los objetos en la sección de equipo de esta guía.