Fieles a Akkhan. Bastiones de la Luz. Redentores incondicionales de Zakarum. Todos estos nombres podrían describir la nueva clase de héroe que disponible en Reaper of Souls™.
A diferencia de las otras órdenes de Zakarum, los cruzados nos traen una versión notablemente más cruda del tradicional guerrero sagrado al mundo de Santuario. ¿Pero de dónde proceden? ¿Cuál es su papel en la fe Zakarum? ¿Cómo afrontarán la funesta amenaza de Malthael que acecha en el horizonte?
Las respuestas a estas preguntas y a muchas más os las traemos aquí mismo, ¡arrancamos esta semana dedicada a conocer en profundidad a los cruzados con unos cuantos datos para abrir boca!
El auge de los Zakarum
El fundador de la fe Zakarum fue el profeta Akarat, un asceta errante de Xiansai, hace muchos años, poco después de las guerras entre los clanes de magos. Según la mayoría de los registros históricos, en una época decisiva (en la que la humanidad comenzaba a renegar de la magia y a buscar consuelo en la religión), Akarat tuvo una sorprendente revelación de un ente llamado Yaerius, "hijo de la luz" en su lengua materna.
A pesar de las discusiones sobre el verdadero origen de la profecía de Akarat entre los estudiosos, que debaten si el "ente" que se manifestó ante Akarat fue realmente el arcángel Yaerius o simplemente las reminiscencias del sacrificio de Uldyssian al terminar la Guerra del Pecado, no cabe duda de la relevancia de los hechos. Se dice que la visión, materializada en un glorioso destello de luz y energía en el cielo, hizo florecer en Akarat la idea fundamental de que los humanos eran poderosos recipientes para la luz, y que todos deberían buscar su "luz interior" para gozar de una buena vida.
?Cuando recibió la revelación, Akarat emprendió un gran viaje a las ciudades de Kehjistan para difundir la palabra sobre sus hallazgos y para invitar a los demás a abrazar la Luz que existía dentro de ellos. Akarat terminó por desaparecer completamente de los registros históricos, pero sus enseñanzas perduraron entre los habitantes de Santuario, y sentaron los pilares espirituales de la fe y la iglesia Zakarum. (Una curiosidad: El nombre "Zakarum" proviene de "Zakara", que significa "luz interior".)
Los albores de la Luz - El nacimiento de los cruzados
Durante el reinado del emperador Tassara y poco antes de la histórica marcha del general Rakkis hacia el oeste, un sacerdote llamado Akkhan percibió una impureza que se crecía en la iglesia Zakarum. Dicha impureza, desconocida para Akkhan en su momento, procedía nada menos que del demonio mayor Mefisto, Señor del Odio, cuyas oscura influencia manaba de la piedra de alma que yacía bajo el Templo de la Luz de Travincal.
Akkhan, con el objetivo de restaurar su querida fe, buscó a los guerreros más devotos y de más talento que pudo encontrar y les encomendó una misión sagrada: hallar el modo de acabar con la decadencia y la corrupción que impregna Zakarum de una vez por todas. Estos guerreros viajaron hacia el este, en dirección diametralmente opuesta a los paladines que acompañaban al general Rakkis, porque se decía que Akarat emprendió ese camino en los últimos días de su vida antes de desaparecer.
Así nació la orden de los Cruzados.
Entre los Zakarum: el papel del cruzado
Los jugadores veteranos de la franquicia de Diablo ya conocen la fe Zakarum, y puede incluso que recuerden con orgullo sus andanzas con su paladín, el guerrero sagrado jugable de Diablo II. Aunque los cruzados y los paladines comparten devoción por la fe Zakarum, no guardan relación directa entre sí ni comparten necesariamente los mismos objetivos.
Entonces, ¿cómo encajan los cruzados en este panorama?
El pasado y el presente de los paladines:
Repasemos lo que sabemos; hagamos un rápido resumen general de nuestros queridos paladines. Los paladines son guerreros devotos de Zakarum. Desde su fundación y a lo largo del tiempo, comenzaron a formarse diferentes sectas de paladines con distintos objetivos y bases de operación. Entre ellas están los Caballeros de Westmarch, la Orden de los Paladines y la Mano de Zakarum.
Durante los eventos de la Inquisición de Zakarum, se descubrió que la Mano de Zakarum era una institución corrupta, lo que precipitó su fin poco después de los acontecimientos de Diablo II. La Orden de los Paladines, repugnada por la corrupción de su fe, rompió lazos y huyó rumbo al oeste para acabar estableciéndose en Westmarch. Los Caballeros de Westmarch, ya establecidos por las conquistas del general Rakkis y deseosos de cortar vínculos con la corrupción de Mefisto, absorbieron a la Orden de los Paladines y se disociaron de la Iglesia de la Luz de Travincal.
Estos paladines, algunos de modo intencionado y otros por indicaciones malévolas, evolucionaron en sus artes, refinando sus prácticas a lo largo de los años hasta convertirse en los paladines que conocemos en la actualidad.
La cruzada continúa:
A diferencia de los paladines, los cruzados son un grupo de élite y aislado que ha permanecido inalterable desde su fundación, por lo que sus creencias y prácticas son más fieles a las enseñanzas originales de Akarat. Aunque los cruzados exhiben una capacidad similar a la de los paladines para valerse de la Luz y doblegarla a su voluntad, su fervor procede de un sentido más puro de la virtud. Esto se debe en parte a su origen. Durante su formación, Akkhan se aseguró de reclutar solo a aquellos que demostraran más fervor y potencial para el combate. También rechazó activamente a todos aquellos que hubieran recibido entrenamiento de paladín por temor a que pudieran contaminar la cruzada.
Como consecuencia de su dedicación y su conservadurismo, la orden en sí es bastante reducida. En total, solo 427 cruzados fueron al este. Ycon los años, su número ha disminuido hasta los 341 que existen hoy. En la práctica, los cruzados son un grupo que no destaca por su organización; a menudo viajan solos o, como mucho, con un único aprendiz, que permanece con el cruzado hasta su muerte. Se dice que, cuando a un cruzado le llega el momento de dejar su arma, normalmente por caer en combate, su aprendiz no solo toma su escudo y su armadura, sino también su nombre. De ese modo da continuidad a un legado que comenzó hace muchas generaciones.
El inicio del viaje: el cruzado nephalem
Como ocurre con las otras clases de Diablo III, el cruzado es un nephalem y por sus venas corre el mismo poder oculto que el del bárbaro, el cazador de demonios, el monje, el médico brujo y el mago. Tras escuchar las historias sobre un misterioso cometa que ha caído del cielo y agotar su búsqueda por el este, el cruzado viaja a Nueva Tristán con la esperanza de descubrir algo capaz de salvar su maltrecha fe.
¿Seréis capaces de levantaros en armas en nombre de Zakarum? ¿Podréis aniquilar a vuestros enemigos con el puro y níveo poder de la Luz? ¡Hacednos saber en la sección de comentarios de más abajo si vais a salir de aventuras con vuestro tanque curtido en la batalla!