Avance de Reaper of Souls: bestiario de Westmarch

Avance de Reaper of Souls: bestiario de Westmarch

"Los ángeles caídos de Malthael han traído la muerte a Westmarch y han engendrado un ejército de segadores con los defensores asesinados." - Lorath Nahr

Tras la derrota del Demonio Mayor, el reino mortal de Santuario debería haber entrado en una era de esperanza y prosperidad. En vez de eso, dicho evento hizo surgir un ser de inmenso poder, más siniestro que cualquier demonio: Malthael.

Tras arrancar la piedra de alma negra de su endeble escondrijo, el Ángel de la Muerte avanza ahora hacia Westmarch, la gran capital marcial y mercantil del Oeste. Allí es donde vuestros héroes encontrarán la avanzada de sus fuerzas, una combinación macabra de espantosos tenientes y siniestros constructos.

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Poco se sabe acerca de estas criaturas, ya que la mayoría de quienes las han encontrado han perecido. Por suerte, un Horadrim bajo el mando de Tyrael tuvo un contacto directo con los nauseabundos segadores de Westmarch y vivió para contarlo, documentando tanto su comportamiento como su supuesto origen. Hoy examinaremos algunos de esos informes para ofrecer tan solo una breve visión de los horrores que os aguardan en las calles adoquinadas y en los hogares abandonados de esta ciudad antaño hermosa y floreciente.


Doncella de la muerte

"Tras la desaparición de Malthael, el Consejo de Angiris asignó a su servidor más leal, Urzael, la misión de localizarlo y traerlo de vuelta a los Altos Cielos. Urzael partió acompañado de la secta de doncellas que eran las seguidoras más cercanas de Malthael para encontrar a su amo ausente. Jamás regresaron".


Verdugo

"Los verdugos fueron antaño los criminales más temidos de Westmarch, asesinos insensibles que mataban cruelmente a innumerables hombres, mujeres y niños. Malthael dejó sus mentes intactas, pero transformó sus cuerpos en instrumentos de matanza perfectos. Sus músculos se les desarrollaron tanto que la piel se les rasgaba, pero esa agonía no hacía más que estimularlos para cometer actos de una violencia aún mayor".


Exorcista

"Todos conocen la reputación de los exorcistas de Westmarch, esos guerreros espirituales especializados en acabar con las posesiones demoníacas. Tienen por costumbre llegar en la oscuridad, ataviados con capas tan negras como la noche que los conjura. Trabajan en secreto, extrayendo a los demonios que habitan en los seres poseídos. Ahora Malthael los ha convertido, y deambulan por la ciudad en sus formas no humanas, arrancando el alma de todo aquel al que encuentran".


Serafín espectral

"De la pared surgió un segador corpulento, y los ojos se le salieron de las órbitas al verme. Bajé mi lanza y cargué contra él, pero el serafín espectral escupió un miasma de energía arcana que prácticamente me paralizó. Tuve que emplear todas mis fuerzas para levantar mi espada, pero, aunque mis músculos ardían de dolor, logré rajar su grotesco estómago".


Arquero aparecido

"Al haberles otorgado Malthael la capacidad de sentir a los vivos, los arqueros aparecidos no dependen de su vista para encontrar a sus objetivos. No hay lugar seguro donde esconderse de su mirada ciega. Te encontrarán detrás de la piedra, de la madera e incluso bajo el suelo. Y, en cuanto tienen a su presa, no fallan".


Guardia escudero aparecido

"Los guardias escuderos aparecidos fueron antaño los defensores del mismísimo rey Justinian IV. Acompañaban al monarca en todo momento, con sus armaduras resplandecientes y ornamentadas elaboradas por los mejores artesanos de Westmarch. Una táctica que solían emplear consistía en dejar que los atacantes se agotaran intentando penetrar las defensas de los guardias, y liquidar entonces a sus exhaustos enemigos con una sola estocada mortal".


Soldado aparecido

"Contemplé con horror cómo el guardia era alcanzado por la magia de la doncella. Oí el sonido de sus alaridos hasta que su carne se hubo disuelto del todo y solo quedó su esqueleto dentro de la armadura, con la mandíbula desencajada. Una neblina azul se arremolinó en torno a sus huesos, fusionándose en una nueva carne. Cuando al fin lo atravesé, la carne fantasmal explotó, quedando tan solo la armadura tirada en el suelo".


Sombra de la muerte

"La sombra me tocó, y la oscuridad se extendió nublando mi vista hasta que no pude ver nada más. Aquello dio paso a una luz pálida que minaba mi energía. Parecía tan fácil dejarse ir, pero, en vez de eso, hice acopio de toda la voluntad que me quedaba y me resistí. El color volvió como una oleada a mi vista. Ante mí estaba la sombra, y usé mi espada".


Invocador de los muertos

"La primera vez que me encontré cara a cada con un invocador de los muertos, se hallaba rodeado de segadores cuyo número no hacía más que aumentar. Me abrí paso a través de ellos con mi espada, pero por cada uno que abatía aparecía otro en su lugar. Parecían no tener fin. Sin embargo, cuando maté al invocador, los segadores que quedaban cayeron reducidos a cenizas".


Bestia de guerra

"La influencia de Malthael contamina tanto a hombres como a animales. Incluso los perros de Westmarch, antaño mansos y cariñosos, han sido transformados en criaturas salvajes y descontroladas. Presas de un hambre voraz, estas bestias de guerra cazan en jaurías por las calles. Observé con horror cómo hacían pedazos a un soldado arrancándole los miembros uno a uno. Cuando sus chillidos cesaron, vinieron a por mí".

--Lorath Nahr